La vida de los trabajadores de Coya Sur no fué facil ni libre de conflictos laborales, aún cuando hoy conservamos los buenos recuerdos y momentos felices vividos. También es conveniente que los más jóvenes sepan que para obtener un simple y escuálido reajuste en sus salarios, se producían extenuantes huelgas de meses y por lo tanto, como muchos otros chilenos, la solidaridad entre su gente se manifestaba en las "ollas comunes", en que todos los que podían hacerlo, entregaban un aporte en víveres que se cocinaba para alimentar a varias familias con menos recursos.
La imagen ahorra comentarios, son nuestras vecinas, nuestros amigos, nuestro niños de la época.
Por eso les digo a las nuevas generaciones, que mirando las vivencias del pasado en ésta imagen, emprendan siempre la tarea del progreso y la educación, ya que el esfuerzo entregado por sus padres y familiares no debe ser en vano. Demuestren que están hechos de la misma leña que ellos y que el arbol que hoy crece, dará los frutos que otras generaciones venideras sabrán aprovechar y valorar. Sientanse orgullosos de ser coyinos.